Durante el 99% de la historia de nuestra especie, el entorno era salvaje produciéndose una adaptación lenta pero constante al entorno que nos rodeaba. Nuestros genes han sido moldeados a lo largo de millones de años y hoy básicamente, siguen siendo los mismos. El avance exponencial de la cultura y la tecnología han creado un entorno radicalmente diferente donde nuestros genes se encuentran en una discordancia evolutiva: En vez de alimentos frescos, nuestra comida es procesada, alterada y modificada, en vez de cazar y buscar la supervivencia, nos sentamos durante horas delante de pantallas, en vez de exponernos a los ciclos naturales de las estaciones, nos mantenemos todo el día casi a la misma temperatura entre cuatro paredes e iluminación artificial, en vez de conectar con nuestro grupo social, estamos enganchados a redes sociales digitalizadas. Y en resumen, estamos desactivados físicamente, sobrealimentados, sobrecalentados, sobreestimulados...
Antiguamente, para poder sobrevivir necesitábamos de esfuerzos colectivos pero en la sociedad actual, cualquiera obtiene comida y refugio sin contar con nadie. Esto ha provocado que nuestros lazos sociales se debiliten, aumentando las tasas de depresión y ansiedad (la crisis del Covid19 ha agravado la situación). Es más, estar excluido socialmente, eleva la presión arterial y disminuye el sistema inmune. Ya sé sabe que vivir en soledad, deteriora las capacidades cognitivas, favoreciendo las enfermedades neurodegenerativas (Alzheimer por ejemplo). Es decir, que las relaciones sociales suponen un gran ejercicio para el cerebro. Aunque no es un riesgo real vivir en soledad, nuestros genes siguen esperando el contacto social.
Somos seres sociales. Es necesario mantener lazos sociales para nuestra salud y porque contribuye a nuestra felicidad!!.
No te aisles!! Aunque el Covid19 nos lo pone difícil, podemos y debemos mantener los mínimos con seguridad. 💚
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